El lactobacillus es una bacteria intestinal, cuya función es convertir la lactosa y otros monoacáridos en ácido láctico.
Su presencia en la flora en el organismo es muy importante, ya que el ácido láctico hace que el ambiente intestinal sea ácido, lo cual inhibe el crecimiento de bacterias dañinas para la salud.
La flora intestinal del recién nacido, se puede decir, que es estéril, es durante el parto, cuando las bacterias se empiezan a instalar en el intestino del recién nacido a través de la boca y provenientes de la flora vaginal y gastrointestinal de la madre. A continuación, la leche materna favorece la proliferación de la flora bacteriana en el intestino del neonato.
Clases de lactobacillus:
Lactobacillus acidophilus. Su cantidad aumenta en el intestino cuando aumenta el contenido de carbohidratos en la dieta; siempre predominan cuando se está haciendo una dieta láctea. Estos bacilos, gruesos y de longitud variable, se disponen aislados, a pares frecuentemente algo flexionados en la unión, y en empalizadas.
Lactobacillus bifidus. Posee una relación paralela con el Lactobacillus acidophilus, son casi iguales y cuesta diferenciarlos, es un bastón mas delgado con extremos bifurcados cuando es recién aislado. Es común en el intestino de lactantes alimentados con el pecho, es menos abundante en niños con alimentación artificial. Produce ácido principalmente láctico, a partir de muchos azúcares, pero también fermenta la insulina.
Lactobacillus bulgaricus. Se ha señalado que L. Bulgaricus raramente se desarrolla a 15 ºC, muere en cultivos repetidos en caldo de lactosa – peptona – levadura, es incapaz de desarrollarse en medio que contengan 2.5 por 100 de cloruro de sodio y no crece en caldo a pH de 7.8, en tanto que L, acidophilus puede crecer en todas estas condiciones.
¿Qué funciones tienen en nuestro organismo los lactobacillus?
Protege al lactante contra una serie de enfermedades.
Favorece la digestión
Merma la intolerancia a la lactosa
Evita diarreas infecciosa
Hace que el intestino funcione adecuadamente
Eficacia del lactobacillus.
Es efectivo y preventivo en casos cómo:
Prevención de la diarrea tanto en los bebés, como en los adultos.
Previene también la diarrea “típica” de los viajes o para personas hospitalizadas.
Infecciones en los pulmones.
Cólicos
Colitis ulcerosa.
Tratamiento de las infecciones vaginales.
Él síndrome del cólon irritable.
Es bueno para aquellas personas que sufren dermatitis atópica.
Para aquellas personas que son intolerantes a la lactosa.
Lactobacillus, ¿Negocio o realidad?
Parece ser que el l-casei inmunitas fue desarrollado por la industria farmacéutica-medica, para aquellas personas que, por diferentes motivos, carecían de esta bacteria en sus intestinos; quizás no fue demasiado rentable el negocio y vendieron la patente a la industria alimentaria, la cual, si ha sabido sacar partido al tema, presentándolo como un producto imprescindible para la salud de niños y adultos.
Conclusión personal
Tras la difícil labor de obtener conclusiones objetivas durante mi investigación ( ya que todos los estudios que he encontrado están respaldados por la empresa francesa DANONE) he llegado a la conclusión que ni son tan beneficioso como las industrias lácteas prodigan, ni tan perjudiciales como otros nos quieren hacer ver, es, a mi parecer, un recurso más del que disponemos en el mercado alimentario y que debemos hacer uso de él cuando lo necesitemos y siempre que veamos que realmente nos beneficia. Algunas veces nosotros mismos somos nuestros mejores médicos, ya que somos quien mejor conoce nuestro funcionamiento diario.
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