Estas magdalenas son el desayuno perfecto, no solo porque están buenísimas sino porque te dan la carga de energía necesaria para que la mañana se te pase casi sin darte cuenta. Además están hechas con harina de espelta, que les da un toque especial.
Los que no estéis de vacaciones id encendiendo el horno porque os aseguro que no hay nada mejor para sobrellevar la oficina en estos días. Y los que ya estáis de vacaciones, apuntad la receta para combatir la depresión postvacacional cuando llegue.
¿Qué necesito?
260 gr de harina de espelta
200 gr de azúcar moreno
65 gr de pasas de corinto
65 gr de pipas de girasol peladas
65 gr de pipas de calabaza peladas
50 gr de higos secos
50 gr de arándanos secos
50 gr de orejones
1 manzana rallada
1 zanahoria rallada
3 huevos
180 gr de aceite de oliva suave (0,4º)
2 cucharaditas de levadura
¿Cómo lo hago?
Primero mezclamos en un bol grande los ingredientes secos, es decir, la harina, el azúcar y la levadura. Reservamos.
En el vaso de la picadora ponemos las frutas secas (pasas, higos, arándanos y orejones) y los picamos en trozos pequeños. Los añadimos a la mezcla de la harina y el azúcar.
Rallamos la zanahoria y la manzana pelada y por último introducimos en el bol las pipas de girasol y de calabaza y las mezclamos con los demás ingredientes.
En otro bol, batimos los huevos con el aceite y los combinamos con los ingredientes secos. Batimos todo muy bien. La masa resultante tiene que ser muy pegajosa.
Precalentamos el horno a 180º.
Dividimos la masa en moldes para magdalenas, llenándolos hasta casi arriba del todo y horneamos durante 30 minutos o hasta que, si las pinchamos, el palillo salga limpio y la superficie esté dorada y crujiente.
Las dejamos enfriar sobre una rejilla y a disfrutar.
¿Qué más necesito saber?
Los frutos que se pueden añadir a las magdalenas pueden variar dependiendo de vuestros gustos personales, es decir que si, por ejemplo, no os hacen mucha gracia los higos, podéis usar perfectamente dátiles.
Lo mismo sucede con la harina, si no tenéis o no os gusta la harina de espelta o sois celíacos, pues usáis otra y listo.
Fuente: este post proviene de Vuelta y vuelta, donde puedes consultar el contenido original.
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