Los riesgos de la rapidez y la comodidad extrema en nuestra salud

La rapidez y la comodidad se han convertido en palabras que usamos continuamente. Vivimos deseando que todo se produzca de manera rápida y fácil, sin darnos cuenta de lo absurdo de tal planteamiento. Rapidez, comodidad y facilidad pueden representar una amenaza para nuestra salud aunque nunca nos hayamos parado a pensarlo.

Sendentarismo, peligro de muerte


Desde que comenzó la era de la industrialización, la comodidad se ha ido introduciendo en nuestras vidas de manera apabullante. Lo que en un principio comenzó como una manera de facilitar la vida se ha convertido en todo lo contrario, una manera de facilitar la enfermedad y, en muchos casos, la muerte.

Todos sabemos que nuestra sociedad se caracteriza por el sedentarismo. Nos hemos acostumbrado a que nos lo den casi todo hecho y cada vez queremos hacer menos. Sin embargo, nuestro cuerpo necesita movimiento. Si no nos movemos nuestra salud se resiente. La vida sendentaria es el origen de numerosas patologías.



El sedentarismo se relaciona con la obesidad, con las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la osteoporosis e, incluso, la depresión. Así mismo, las personas que llevan una vida sedentaria, duermen peor, pueden tener problemas de fertilidad, sufren dolores de espalda con frecuencia y tienen peor aspecto físico.

En nuestra manera de ver la vida, hemos creído que la rapidez y la comodidad son mejores que la lentitud y el esfuerzo. Nada más lejos de la realidad. Esta manera de vivir nos aleja de la salud a marchas forzadas. La búsqueda de facilidad y comodidad solo nos conduce hacía hábitos de vida cada vez menos saludables.
 

¿Para qué ir tan rápido?


¿A qué la palabra lentitud te suena como algo negativo? Hemos llegado a idolatrar tanto la rapidez que hoy en día no sabemos de las virtudes de la lentitud.

El ser humano en su intento por controlarlo absolutamente todo, se ha olvidado de que todo tiene su ritmo natural. En nuestro afán por obtener beneficio de lo que sea, hemos creído que la rapidez es el mejor camino. Sin embargo, nada que esté bien hecho ha sido hecho de manera rápida.

Si, por ejemplo, hablamos de nutrición: ¿Es más nutritiva la comida rápida o un guiso hecho con cariño a fuego lento? Creo que todos coincidimos en que la comida rápida nunca nos nutre, simplemente nos quita la sensación de hambre y nos roba un trozo de salud.

Y si hablamos de ejercicio ¿Qué es más saludable subir las escaleras o coger el ascensor? Por supuesto, que subir las escaleras, sin embargo, la pereza nos puede y pocas veces dejamos de coger el ascensor.  Resulta muy fácil dejarse llevar por la inercia y llevar cada vez una vida más sedentaria. De esta manera, nuestra vida quedará sujeta a la facilidad y la comodidad, dejando de lado el más mínimo esfuerzo.

Los beneficios del esfuerzo


Cuando decimos esfuerzo siempre pensamos en sacrificio. Sin embargo, el esfuerzo también tiene que ver con bienestar y recompensa.

Si nos dejamos llevar por la tendencia que tenemos todos los seres vivos para eludir el dolor y la dificultad, nunca sentiremos la satisfacción de sentir que hacemos algo por nosotros mismos. Cuando tenemos claro qué es lo que queremos para nuestra vida y nuestra salud, es imprescindible un mínimo de esfuerzo para poder conseguirlo.

Otro estilo de vida


Aunque nos hayamos acostumbrado a vivir de manera rápida y cómoda, no quiere decir que los efectos de este tipo de vida no nos estén perjudicando. La rapidez y las prisas llevan de la mano al estrés que tantos problemas nos causa y la comodidad al sedentarismo.

Si estás dispuesto a esforzarte un poco para orientar tu manera de vivir hacía un tipo de vida más saludable y satisfactoria, aquí tienes algunas pistas de como lograrlo:

La alimentación

Tu cuerpo merece una buena alimentación. Eres lo que comes aunque nunca te hayas parado a pensarlo. Elige bien los alimentos que llevas a tu mesa. Renuncia a los platos preparados o alimentos procesados y apuesta por una dieta más sana a base de verduras y frutas, legumbres y cereales integrales. Sería muy deseable que todo fuera de origen ecológico, sin pesticidas ni manipulación genética.

Organiza tu horario y encuentra la manera de cocinar de manera tradicional y después congelar. Si lo planeas con inteligencia podrás cocinar un día para toda la semana

Siéntate a comer tranquilamente. Olvida las prisas a la hora de comer. El ejercicio

Abandona la vida sedentaria cambiando pequeños hábitos.

Si vas en coche a trabajar, aparca un poco más lejos de lo habitual y aprovecha para dar un paseo.

Si es posible, deja el coche en casa para hacer recados y ve andando.

Siempre que te sea posible utiliza las escaleras en lugar del ascensor.

Incluye el hábito de dar un paseo todos los días. No hace falta que sea durante mucho tiempo, veinte minutos son suficientes. Mejor poco tiempo que nada.

Abandona el ocio improductivo que tiene que ver con pantallas, inactividad y consumo. Apuesta por otro tipo de ocio que te ayude a hacer ejercicio y a socializar como, por ejemplo, el senderismo, el baile, las carreras populares, etc.
 


Serena tu mente

Nuestra vida se llena de paz si somos capaces de controlar nuestra mente. Cuando nuestra mente funciona a su antojo el estrés, la ansiedad y la angustia serán compañeras inevitables de vida. Sin embargo, si logramos utilizar la mente solamente cuando la necesitemos nuestro estado de ánimo y nuestra salud mejorarán.
Introduce la meditación en tu vida: Dedica 15 o 20 minutos al empezar el día a sentarte en silencio observando tus pensamientos.

A lo largo del día intenta reservar pequeños ratitos para no hacer nada y contemplar lo que te rodea. Solo hacen falta dos o tres minutos.

Procura poner toda tu atención en el momento presente. Sea lo que sea lo que estés haciendo, solo haz eso. No contamines el momento presente con pensamientos ajenos a ese momento. En contra de lo que hoy en día se vende, la lentitud, la calma y cierta cantidad de esfuerzo nos darán la recompensa de una vida más plena y más saludable.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.
 

Fuente: este post proviene de Crear Salud, donde puedes consultar el contenido original.
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