El padecimiento de algunas enfermedades pueden ponernos en riesgo de desarrollar la enfermedad renal, por ejemplo la diabetes y los problemas de presión arterial son dos de los principales contribuyentes a esta condición. Quienes tienen presión arterial alta deben chequearse cada cierto tiempo para asegurarse de no desarrollar enfermedad renal en el futuro.
La enfermedad renal también puede ser transmitida a través de la genética. Si tu familia tiene un historial de enfermedad autoinmune o enfermedad poliquística del riñón, serás más vulnerable a tener problemas renales a lo largo de tu vida. Los defectos de nacimiento, el uso incorrecto de ciertos medicamentos, hábitos nocivos como beber alcohol y fumar, mantener una mala alimentación y la falta de ejercicio también pueden causar daño a los riñones y derivar en enfermedad renal. (Ver: Alimentos/hierbas para limpiar y proporcionar buena salud a los riñones)
Los primeros signos de la enfermedad renal
Muchas personas no saben que tienen la enfermedad renal hasta que la condición es grave. Los síntomas pueden ser un poco más generales en la primera fase, lo que hace que el paciente los asocie con alguna otra condición. Los siguientes síntomas suelen ser los primeros signos de la enfermedad renal, que suelen empeorar lentamente con el tiempo.
Cansancio y debilidad extrema
Cambios en la micción, por ejemplo en la cantidad, frecuencia o apariencia de la orina (sangre en la orina)
Problemas para dormir
Náuseas y vómitos
Irregularidades en el proceso digestivo
Desinterés por el consumo de alimentos y gusto a metal en la boca
Falta de concentración y claridad mental
Hipo
Inflamación en los tobillos o pies
Dolor por encima de la cintura, en la parte posterior del cuerpo (donde se encuentran los riñones)
Espasmos musculares y calambres
Presión sanguínea inestable
Pérdida de la respiración
Erupciones en la piel o picazón crónica
La detección temprana de los primeros signos de enfermadad renal es esencial. Si los problemas renales no se tratan desde el principio, en poco tiempo el daño puede ser irreversible. Nadie quiere someterse a un proceso de diálisis permanente ni tener que tratar una enfermedad de por vida.
Si presentas algunos de estos signos o te preocupa que puedas ser vulnerable a la enfermedad renal, acude al médico inmediatamente. Los síntomas son bastante generales, existe la posibilidad de que tengas otra enfermedad, pero sea cual sea el caso debes obtener un diagnóstico oportuno.
Cómo puedes fortalecer tus riñones
Unos pequeños cambios en tu vida diaria pueden marcar la diferencia cuando se trata de la salud. A continuación veremos cinco cambios en tu estilo de vida y nutrición que van a reducir el riesgo de enfermedad renal.
Cambios en el estilo de vida
La presión sanguínea juega un papel importante en la función renal; mantén tu presión arterial en un nivel saludable (en torno a 120/80). (Ver: Cómo reducir la presión arterial alta de forma natural)
Evita fumar y beber alcohol en exceso, ya que son hábitos que a largo plazo dañan seriamente tus riñones. (Ver: 16 Remedios caseros para dejar de fumar)
Realiza ejercicio físico. Esto fortalecerá todo tu cuerpo, proporcionará más energía, ayudará a mantener un peso corporal óptimo y disminuirá el riesgo de tener obesidad, diabetes e hipertensión. Estas condiciones han sido relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal.
Considera el uso de suplementos que tengan calcio y vitamina D si crees que no estás obteniendo niveles adecuados mediante la alimentación diaria.
Limita el uso de analgésicos y esteroides; úsalos sólo cuando realmente los necesites. El uso excesivo de estos medicamentos puede conducir a la enfermedad renal.
Cambios nutricionales
Mantente hidratado. Bebe diariamente al menos 8 vasos de líquido, preferentemente de agua. Este es el paso más importante para prevenir cualquier problema renal.
Limita al máximo tu consumo de sodio. La sal y el potasio deben consumirse con moderación.
Mantén una nutrición saludable; evita los alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas.
Regula tu consumo de proteínas. El exceso de proteínas es malo para los riñones. Pregúntale a tu médico cuánta proteína debes comer diariamente de acuerdo a tu constitución física.
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