La chirimoya posee beneficios medicinales, las cuales destacan la prevención del cáncer y sus efectos positivos a la hora de ayudar a perder peso.
También la chirimoya tiene un sabor dulce pero no nos engorda y es recomendada en las dietas para adelgazar por su alto contenido en fibra.
Si hablamos de las propiedades anticancerígenas de la chirimoya, estas han sido demostradas por la comunidad científica.
El extracto de semillas de chirimoya se ha comprobado que tiene propiedades antitumorales y reduce y acaba con las células tumorosas en 12 tipos distintos de cáncer como el cáncer de mama, próstata, pulmón, colon, páncreas o de cuello uterino.
Además comer chirimoya ayuda a los pacientes de cáncer que se someten a los tratamientos convencionales como la quimioterapia les ayuda a llevar una mejor calidad de vida reduciendo los síntomas de los tratamientos.
Desde el punto de vista estético, la chirimoya como decimos ayuda a perder peso en parte gracias a su contenido en fibra que ayuda a depurar el organismo al mismo tiempo que nos produce una gran sensación de saciedad.
Los azucares de la chirimoya son de carácter complejo y eso hace que se descompongan lentamente en el organismo haciendo que nos mantengamos saciados durante más tiempo.
En las personas que padecen estreñimiento está recomendado el consumo de esta fruta por el mismo aporte de fibra.
La chirimoya es recomendable para los niños ya que contiene proteínas, azúcares saludables y minerales que les ayudan en su crecimiento.
Además de todo esto, la chirimoya ayuda frente a problemas de artritis, reumáticos o trastornos digestivos gracias en gran medida a su alto contenido en vitamina C.
Es una fruta que contiene muchos antioxidantes y vitamina A que también beneficia la salud de la piel y favorece la formación del colágeno necesario.
Recomendada para personas que tienen el colesterol alto yy para quienes padecen hipertensión arterial.
También han sido comprobados sus efectos para mejorar la memoria gracias a su contenido en fósforo.
Las mejores horas para consumir la chirimoya es como sucede con toda la fruta, lejos de las comidas, en ayunas o entre horas y nunca mezclada con otros alimentos.
Las personas que padecen insuficiencia renal no deben abusar del consumo de chirimoya.
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