Muchas veces buscamos la perfección y aunque está muy bien querer superarnos a nosotros mismos constantemente e intentar ser nuestra mejor versión, la perfección no existe. Y si nos obsesionamos por querer ser perfectos eso solo nos va a llevar a una cosa, a la infelicidad.
Yo me acepto así, tal como soy, con mis imperfecciones.
Imperfectamente Real
Suscríbete a mi canal:
Lo único que me preocupa es cambiar las cosas que sí que puedo cambiar e intenta ser un poquito más grande cada día, ser cada día un poquito mejor.
A unos les parezco guapa y a otros fea. Para algunos estoy muy delgada y para otros tengo demasiadas curvas. Algunos de vosotros me decís en los comentarios que os gusta mi voz y a otros os saca de quicio. ¿Pero, sabes una cosa? me da igual.
Nunca vamos a poder gustarle a todo el mundo, eso es así. Así que yo solo me centro en lo que sí que puedo cambiar.
Muchas veces tengo miedo, y la mayoría de las veces son miedos infundados, pero intento enfrentarme a ellos.
Soy extremadamente tímida y muy, muy pero que muy vergonzosa. Y sin embargo, aquí me tienes delante de una cámara contándote mis cosas más personales.
A mí a veces también me puede la pereza para entrenar, no sólo te pasa a ti.
Y muchas veces como peor de lo que debería, me encanta comer mal, pero es que no soy perfecta.
Yo también me pongo excusas para no hacer las cosas que sé que tengo que hacer pero que no quiero hacer. Pero cuando me doy cuenta me digo a mí misma ¡Venga Raquelita que eso sólo son excusas y las excusas no te llevan a ningún sitio! Reconozco que a veces es duro.
A veces me dejo arrastrar por la melancolía y me digo a mi misma ¡Basta! ¿Qué hago para salir de ese estado melancólico que a veces me invade? pues me pongo mis zapatillas y empiezo a entrenar o me pongo la música más animada que sea capaz de encontrar. Eso me hace salir de ese estado de ánimo.
A veces me levanto con tanto sueño que hasta me molesta que me hablen, pero una taza de café y de nuevo la música, cambian mi estado de ánimo.
A veces, si me salto mi entrenamiento, me entran “malas pulgas”
Y es que ya te lo he dicho, no soy perfecta, y supongo que tú tampoco lo eres.
Maravillosamente imperfecto
¿Pero sabes una cosa? lo más importante es aprender a aceptarte así como eres, con tus imperfecciones. ¿Qué más da lo que opinen los demás? ¿No le gustas a todo el mundo, qué le vamos a hacer? Como te decía, lo realmente importante es que tú te aceptes con tus imperfecciones y disfrutes del camino de buscar la mejor versión de ti mismo.
Querer superarte siempre, querer ser perfecto no.
Y recuerda que tú así como eres, eres maravilloso. Eres maravillosamente imperfecto y esas imperfecciones son las que te hacen tan especial.
.