En casa nos encanta el tradicional pisto manchego pero es verdad que a veces resulta demasiado ácido por llevar tomate. Te lo comes tan ricamente y al rato tu estómago te recuerda que algunos alimentos le sientan mejor que otros.
Y es que el tomate no es para todo el mundo. Su intolerancia está más extendida de lo que cabría pensar y se puede manifestar en forma de reflujo, ardor de estómago, picor alrededor de la boca o erupciones cutáneas.
En este post, una receta que una vez que entre en tu cocina seguro que se queda. A mi me ha pasado. Nuestra amiga Merche comparte con nosotros una versión peculiar del clásico pisto manchego, se trata de un pisto verde.
Toma nota porque se va a convertir en uno de tus platos favoritos si sufres de ardor de estómago y no quieres renunciar a un buen pisto.
Ingredientes:
Puerro
Calabacín
Judías verdes
Ajos tiernos
Una cucharada de aceite de oliva
Sal
Preparación del pisto verde:
Lavar y pelar todo menos el calabacín.
Quitar los hilitos de las judías y las primeras pieles del ajo tierno.
Trocear todos los ingredientes más o menos del mismo tamaño.
Calentar el wok con la cucharada de aceite de oliva y sofreír el puerro y el ajo tierno, ir añadiendo las judías verdes y, por último, el calabacín.
Añadir la sal al final, y tener en cuenta que el calabacín suelta mucha agua.
TIP: En casa, gustan las verduras al punto, quizás un poco duritas, así que las tengo muy poco tiempo en el wok.
Este pisto sirve tanto para comer como plato único o como guarnición de pavo o merluza y, si te sobra, puedes utilizarlo al día siguiente como base para una sopa.
¿Te animas a probarlo? Comparte esta receta en tus redes sociales, más de una amiga te lo agradecerá.
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