Confesiones de una Supermujer

En Biarritz, hace poco más de 4 años, antes que todo comenzara
En Biarritz, hace poco más de 4 años, antes que todo comenzara

En Diciembre me di cuenta que en los últimos 4 años algo fundamental cambió en mí.
No sé si es para bien o para mal (siempre pienso que todo lo que pasa, pasa porque debe pesar y punto, que no necesariamente es bueno ni malo, sino que es y ya está, y que de nosotros depende lo que hacemos con eso).
El caso es que me di cuenta que en estos años me he "perdido".
Me he dedicado tantísimo a las niñas (incluso desde antes que nacieran, con todo lo intenso del tratamiento de fertilidad que hicimos para poder tener a Marian), además del hecho de instalarnos ya definitivamente en este país, lejos de toda familia y amigos, y completando con la concretización de mi proyecto de trabajo online con el blog, una base de segidores que empezó a crecer significativamente, y el desarrollo de mis cursos y programas...
... y ese trabajo intenso de Supermujer, de centrarme en cosas que eran importantísimas para mí pero que no eran YO, resultó en que me olvidé de mí misma.
¿Qué hace una Supermujer que ha perdido su identidad?
Cuando no sabes quién eres...
Cuando digo que "me olvidé de mí misma" no quiero decir que ande como un garrancho, sucia y despelucada aplastada en el sofá hundida en cajas medio vacías de pizza y botes de helado derretido...
No me refiero a eso. Incluso todo este tiempo en que he estado "perdida" siempre he estado pendiente de mi cuerpo: de comer sano, de hacer ejercicio, de verme medianamente bien (aunque sea) y de estar positiva, optimista, motivada.
Es algo que además debo hacer, me siento obligada a hacerlo, porque mi trabajo depende de eso. Tengo un blog de salud, soy coach nutricional y ayudo a la gente a estar más saludable y más feliz en su cuerpo, así que yo debo liderar y guiar con el ejemplo.
No es a eso a lo que me refiero.
Sino que hablo de haberme olvidado de quién soy. Hablo de no dedicarme más tiempo para mí, para mi crecimiento personal, pera dejar libres mis pasiones, mis gustos, mis alegrías, y ser lo que quiera ser, como quiera serlo.
No me siento atrapada ni tampoco encarcelada, podría parecer que es así por lo que estoy diciendo, pero no es el caso.
Lo que quiero decir es que ya perdí un poco (bastante) mi personalidad, mi verdadero YO. Totalmente dedicada al blog, a mis clientes, a mis seguidores, y, sobre todo, a mis hijas (mi rol como mamá), me olvidé de cómo ser Maricarmen.
Y me di cuenta porque, en estos días, haciendo un ejercicio que me asignó mi coach de negocios (si, los coachs también necesitamos coachs), me encontré con preguntas del tipo ¿qué es lo que más te gusta hacer?, o ¿cuál es tu película favorita?
Y aunque suene estúpido, o incluso no me creas, yo no fui capaz de responder esas preguntas.
No sé cuál es mi película favorita
No, no sé cuál es mi película favorita.
O cuál es mi canción favorita.
Simplemente no me acuerdo.
Darme cuenta de eso me hizo corto circuito en la cabeza. Cómo es posible??? es decir, en qué momento me olvidé de quién soy??
Me di cuenta también que hace tiempo vengo infusionando esa "pérdida de personalidad" también en mis emails, en mis redes sociales, en mis artículos (ausentes en el blog, creo que por la misma razón: por no saber quién soy, ni cómo o qué escribir).
Pensando en mi pasado
Desde que me di cuenta de eso he estado pensando mucho en mi pasado, gran parte del cual (si no casi todo) está en Venezuela.
Un pasado que me cuesta mucho retomar, porque es doloroso.
Duele no estar en tu pais natal y duele no estar con tus seres queridos, con tu familia y tus amigos. Duele que toda la interacción que tengo con ellos, o con la gente con la que me relaciono, sea por internet (y aquí te incluyo a ti que me lees, por ejemplo). Duele pensar en que no quiero volver a mi país porque es un desastre, y porque no quiero a exponerme a mí ni a mis hijos a una situación desagradable, incómoda, o incluso peligrosa. Duele pensar en que vengo de un país que está lleno de gente que apoyó el gobierno de porquería que lo destruyó todo.
Y más duele todavía pensar que, si fuera a mi país, no tendría casa a donde llegar. Porque mi casa ahora está en Francia. Y porque mi papá y mi mamá ya no están en este mundo.
Duele pensar que no tengo techo, que mis papás ya no están.
Y duele pensar en todo lo que dejé atrás.
Creo que en un esfuerzo por evitar ese dolor, mi cerebro hizo una especie de borrón y cuenta nueva. Desconectó de casi todos los conocidos y amistades, desconectó incluso de la familia que quedó allá, y desconectó de ese pasado. Que, aunque es pasado, me definía.
Y creo que por eso es que ahora no recuerdo quién soy.
Recuperarme a mí
En este nuevo año que comienza decidí recuperar eso. Recuperarme a mí.
Y eso empieza por volver a escribir en el blog, libremente, sin ataduras, sin tapujos, sin censura.
Sin importarme a quién le guste o no, y siendo totalmente libre de poner lo que quiera, de confiar en mí y de confiar en que lo que hago lo hago por bien, lo hago por ayudar, y lo hago con amor. Y saber que, si es así, será útil y bien recibido, y servirá a otras personas.
Por eso este post tan extraño que no tiene que ver ni con dieta ni con ejercicio, pero que a mí se me hace tan saludable. Por lo menos lo es para mí.
Gracias por leerme.
El Renacer
Viene en MND una nueva etapa.
Una etapa de transparencia, de autenticidad, de autonomía, de sinceridad, de honestidad.
Una etapa en la que deseo hacer todo lo que esté a mi alcance para ayudar a la mayor cantidad de gente posible con mi trabajo de calidad y calidez, con mis consejos y mis tips prácticos, sencillos, fáciles de implementar, confiables y respaldados. Con mi verdadera personalidad, que yace en algún lugar dentro de mí y que estoy determinada a encontrar de nuevo, ojalá que con tu ayuda, con la ayuda de todos mis seguidores y de la gente que espera de mí mi mejor trabajo y mi mayor esfuerzo.
Es cierto, ya no tengo a papá y mamá para que me digan que están orgullosos de mí. Pero tengo su recuerdo, su legado, y mucha gente a quien ayudar, inspirar, motivar y guiar. Tengo a mis hijos. Tengo a mi esposo. Tengo a mis hermanos, a mis tíos, a mis primos. Y te tengo a ti
:)

Gracias por estar allí. Espera mucho más de Mi Nueva Dieta, en un 2016 que estará renovado y lleno de cosas buenas! Por más cliché que suene
😀

¡Feliz 2016!
La entrada Confesiones de una Supermujer es original de Mi Nueva Dieta.

Fuente: este post proviene de Mi Nueva Dieta, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos