Cómo gestionar el sufrimiento

“Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu sufrimiento”,
Gerardo Schmedlig

El sufrimiento es un estado por el que todos en algún momento pasamos. Lo que es preocupante es sentir que vivimos en una sociedad en la que vivir sufriendo y llenos de miedo, es algo natural. De hecho, puedes hacer la prueba: si te encuentras a un conocido por la calle y te pregunta qué tal estás, prueba a contestar, “Estoy fenomenal, la vida me va de fábula”, podrás observar cómo la persona siente extrañeza e incluso desconfía. No es natural ver a alguien que reconoce abiertamente que es feliz, la mayoría nos relacionamos unos con otros a través de la queja y el malestar. Parece que si reconoces que tienes muchos problemas la gente te va a entender mejor.

Biológicamente, nuestra mente prefiere aferrarse al miedo y generar falsas expectativas. Ese ‘esperar demasiado de las cosas’ es una de las principales causas de nuestro sufrimiento: cuando la realidad no se adapta a lo que esperábamos sentimos frustración, esa frustración es la precursora del sufrimiento.

https://pixabay.com/es/users/loilamtan-4659988/
Fuente: loilamtam/Pixabay


Muchos de nosotros hemos pasado por situaciones dolorosas, pérdidas de seres queridos, de nuestro empleo, de amigos, problemas financieros… Es algo inevitable, la vida está compuesta de momentos mejores y momentos peores, lo realmente valioso es poder extraer de cada una de estas experiencias las enseñanzas que nos pueden aportar. En muchas ocasiones nos quedamos atascados en el dolor y y no podemos ver la oportunidad de evolucionar y aprender que surge de cualquier problema al que nos enfrentemos.

 

La pérdida de Kisa Gotami (leyenda budista)


Cuenta una leyenda que en tiempos de Buda, una mujer llamada Kisa Gotami perdió a su hijo, durante días y noches mantuvo su cuerpo en casa acompañándolo, rezando por él y despidiéndose. Cada día estaba más triste y abatida, decidió ir a ver a Buda, pues le habían comentado que éste tenía soluciones para grandes problemas. Se presentó ante Buda y le pidió que por favor devolviese la vida a su hijo. Este le respondió que sólo podría devolvérsela si conseguía traerle una semilla de mostaza de un hogar de la aldea en el que nadie hubiera sufrido una pérdida. La mujer, recorrió todas las casas de la aldea, desesperada por encontrar esa condición que haría revivir a su hijo. Cuando llamó a la última puerta y no obtuvo lo que deseaba, fue consciente de que no estaba sola en su dolor. Se presentó ante Buda, se arrodilló y le dijo “Gracias, lo he comprendido”.

 

La clave para poder sanar el sufrimiento reside en la aceptación. Buda decía que aquel que ha superado el dolor se hará libre.

Lo que podemos extraer del sufrimiento es que no podemos controlar las circunstancias que se van sucediendo en nuestras vidas, pero sí podemos tomar conciencia y adoptar actitudes que nos ayuden a superarlas. Nos ayuda a eliminar la resistencia que tenemos frente a las adversidades y a la inseguridad en la vida. Sea cual sea la causa de nuestros sufrimiento no desaparecerá hasta que no seamos conscientes de ello.

Para poder salir de un estado de sufrimiento profundo, la clave está en la aceptación. No sirve de nada atormentarnos con pensamientos sobre cómo podría haber sido algo si no hubieran sucedido los acontecimientos como lo han hecho. A través de la meditación podemos conectar con el momento presente y liberar nuestra mente de ideas y pensamientos negativos. Viviendo realmente en el presente no hay espacio para la preocupación ni el tormento. Este momento es lo que es y no nos lleva al pasado, adelantarnos a lo que pueda ocurrir lo que único que nos produce es estados de ansiedad.

La fábula del anciano que era feliz


Dicen que en un pueblo lejano había un hombre anciano tremendamente feliz, un día, los habitantes del pueblo, deseosos de conocer su secreto se acercaron hasta su casa. Cuando el anciano les abrió la puerta le dijeron:
—Por favor, dinos cuál es tu secreto para vivir feliz durante tantos años y a pesar de todas las adversidades por las que has pasado en tu vida.

El anciano les invitó a sentarse y comenzó a relatarles la clave de su felicidad:
—Yo, por la mañana, cuando me despierto, me despierto. Después, cuando me ducho, me ducho. Acto seguido, cuando desayuno, desayuno. Más tarde cuando doy un paseo, doy un paseo. Y así con todo lo que emprendo en mi día a día.

Los vecinos, se miraron extrañados y le dijeron que eso era lo mismo que hacían ellos y no tenían más que preocupaciones. El anciano les contestó:
—Os voy a explicar dónde reside la diferencia. Vosotros, cuando os despertáis, estáis pensando en la ducha que os vais a dar. Cuando os estáis duchando estáis pensando qué os vais a preparar de desayuno. Mientras desayunáis estáis dándole vueltas a los quehaceres que tenéis pendientes y cuando os ponéis a realizar esas tareas estáis pensando en las siguientes. En realidad, no disfrutáis jamás del momento presente, siempre estáis anticipándoos, y de ese modo, se os pasa la vida sin que apenas os deis cuenta.

https://pixabay.com/es/users/menchu-1733307/
Fuente: Menchu/Pixabay
 

Lo que nos viene a contar esta pequeña fábula es que el mejor remedio para aliviar el sufrimiento consiste en vivir y disfrutar de todas las pequeñas cosas de las que se compone nuestro día, desde que nos levantamos. Existen pequeños trucos para hacer nuestro día más agradable:

Ponerle nombre a lo que estamos sintiendo, definirlo y ahondar en ello, permitirnos vivirlo plenamente. Está comprobado que si durante unos minutos al día, dejamos que los pensamientos tomen libremente el rumbo que quieran, eso aporta calma y tranquilidad a nuestro cerebro. Te animo a hacer la prueba. Muchas veces cuando le dejamos libertad al cerebro se vuelve tranquilo.

Practicar el agradecimiento. Ante cualquier situación, por tonta que nos parezca, esto aporta a nuestro cerebro pensamientos positivos. Como ejemplo, agradecer el simple gesto de abrir el grifo del lavabo y que brote agua fresca para lavarnos la cara.

Buscar unos minutos al día para hacer algo que nos llene plenamente, ya sea pasear, escribir, dibujar, leer, montar en bici, etc. Cada uno que conecte con eso que le hace feliz y siempre termina posponiéndolo. Este dedicarnos a lo que nos llena hace que nuestra mente fluya libre, sin dolor. Como veis, gestionar las emociones relativas al sufrimiento es más sencillo o ‘probable’ de lo que parece a priori. Para lograrlo, deberemos tener confianza, perseverencia e invertir esfuerzo. Sin embargo, los resultados serán más que visibles a largo plazo.

En conclusión, si aplicas estas prácticas en tu día a día conseguirás ejercitar y cuidar tu mente. Y ese es el camino que sigue el método Crear Salud, que, además, no solo trabaja con la meditación y la atención plena, sino que también busca fomentar una correcta nutrición en las personas, así como una vida activa.

Anímate a probar la app Siente -que puedes descargarte aquí – y conviértela en tu mejor compañera de viaje por la senda de la meditación. Esta aplicación trabaja con una metodología muy sencilla, que te enseñará las claves del mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, en definitiva, llevar una vida más feliz.

¡Ánimo!

Fuente: este post proviene de Crear Salud, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Estamos atravesando momentos complicados en diferentes partes del mundo. Es verdad que realmente eso ya ocurre desde hace muchos años en muchos lugares que, como no son foco de la noticia, parece que ...

Aunque cada vez más personas saben qué es meditar, muchas todavía tienen dificultad para agregar ese nuevo hábito en sus vidas y sacar provecho de esa técnica. En primer lugar, retomemos una definició ...

Recomendamos

Relacionado

Aceptación y compromiso acción aquí y ahora ...

¿Tú qué dirías? ¿dirías que se puede estar libre de sufrimiento para ser feliz? Creo que la respuesta a esta pregunta, paradójicamente, es una de las grandes causas de sufrimiento. Afirmar que para ser feliz no deberíamos experimentar ningún tipo de sufrimiento es la respuesta más normal de todas, sin embargo, ¿conoces a alguien que no sufra en su vida? La sociedad en la que vivimos es la sociedad ...

Blog

No mires hacia ninguna otra parte en busca de la verdad, porque sólo la encontrarás dentro de tu cuerpo. Eckhart Tolle Hay algo que es importante que sepas y de lo que nunca me cansaré de insistir: existen diferentes grados de verdad. La mayoría de la población se mueve en un nivel… digamos de la superficie, pero… hay más. Mucho más. Por eso hace un par de años te dije que la ley 4 par ...

compasión flexibilidad siente ...

Buda nos hizo llegar hasta nuestros días esta frase tan simple pero a la vez tan llena de sabiduría, después de mucho meditar y conectar con el dolor del ser humano. La vida humana está en constante cambio, nada es eterno, ni nosotros mismos, nada malo que nos ocurra puede durar para siempre. Lo que nos quiso transmitir con esta frase es que mientras estemos vivos, inevitablemente pasaremos moment ...

deporte avanzadas principiantes ...

El primer contacto que tuve con la psicología del deporte fue a manos de un psicólogo y atleta que estaba llevando a cabo un estudio para su tesis doctoral acerca del sufrimiento en deportes de resistencia. No únicamente fue una experiencia tremendamente enriquecedora por todo lo que llegué a aprender de psicología deportiva sino porque me pareció que aquel estudio tenía un sentido inmenso en depo ...

psicología autoconocimiento crecimiento personal ...

Todos en mayor o menor medida, tenemos un determinado ideal de cómo nos queremos encontrar.  De cuál ha de ser nuestro estado interior.  Queremos encontrarnos siempre bien, estar siempre “en forma” a nivel psicológico, estar de buen humor, de controlar la situación y de pasarlo siempre en grande. Pero ese deseo que de alguna manera nos obliga a estar bien, en el fondo hace que ocultemo ...

Nuevas entradas angustia dolor ...

Es una verdad la de que nosotros creamos el propio sufrimiento. En sus cuatro Nobles Verdades Buda ya dijo que el dolor es inevitable en la experiencia del ser vivo pero el sufrimiento es opcional. Y de eso va a tratar este post. De la creación por parte de nuestra mente del sufrimiento. Es muy posible que esto de lo que te hablo te resulte difícil de creer. Estás en unos conceptos y creencias que ...

compasión siente aceptación ...

La vida presenta momentos en los que sentimos que todo va bien y experimentamos felicidad. Sin embargo, también en ciertas ocasiones, la vida nos trae momentos en los que experimentamos dolor. Ambas situaciones forman parte de la vida y tenemos que saber convivir con ellas de la mejor manera posible. Por eso, es muy importante conocer las diferentes etapas del sufrimiento, para de esa manera enten ...

Aceptación y compromiso acción aquí y ahora ...

¿Tú qué dirías? ¿dirías que se puede estar libre de sufrimiento para ser feliz? Creo que la respuesta a esta pregunta, paradójicamente, es una de las grandes causas de sufrimiento. Afirmar que para ser feliz no deberíamos experimentar ningún tipo de sufrimiento es la respuesta más normal de todas, sin embargo, ¿conoces a alguien que no sufra en su vida? La sociedad en la que vivimos es la sociedad ...

Aceptación Siente afrontar muerte ...

Aunque para el ser humano parte de su ciclo de vida es la muerte, este tema para la sociedad es un tabú, transformándose en una de las cosas que generan mayor miedo. Sentir miedo a la muerte en ocasiones puede llegar a generar mucho estrés y ansiedad, en situaciones diarias tan comunes como: realizar un viaje en avión, conducir el coche o ir de excursión. Imagen Karan Saini en Pixabay Es un proble ...

Nuestra sociedad vive asustada. El miedo es un mecanismo de control, a veces burdo, pero a veces sutil, que aprendemos desde pequeños en casa, en la escuela, en la calle. Sólo hay dos miedos innatos: el miedo a caer y a los ruidos fuertes. El resto son aprendidos. Miedo a perder lo nuestro, miedo a ser agredidos, miedo a ser ridiculizados, dañados. La sociedad occidental entera funciona así. Vivim ...