Lo sé porque yo lo hice, mientras rompía los esquemas de No hay resultados sin sacrificios. De hecho, en cuanto me olvidé de estos antiguos consejos sucedió algo muy curioso: ¡Naturalmente empecé a disfrutar más de la comida! Como consecuencia empecé a comer menos, con más tranquilidad y a adelgazar. Y es que muchas veces el hambre está en la mente y tenemos que aprender a manejarla.
Ya sabéis que yo soy todo sobre controlar nuestras emociones para controlar nuestra vida. Pero hoy os traigo una estrategia superpráctica.
Para conseguir esto utilicé un enfoque que yo llamo 'La técnica del reloj'. Lo mejor de esta estrategia es que puede funcionar para cualquier persona que quiera perder peso pero que le guste comer. estoy entusiasmado porque hoy quiero compartir contigo los pasos exactos que seguí.
Como usé La técnica del reloj para perder 5 kilos sin darme cuenta
Habrás escuchado cientos de veces que comer despacio te ayuda a comer menos y, por tanto a adelgazar. ¡Y es cierto!
Cuando comes lentamente:
Puedes escuchar a la sabiduría de tu cuerpo decir: Estupendo, ya estamos bien. No hace falta más comida. Disfrutas el triple de la comida que tienes delante. Todo sabe mejor. Aprendes a apreciar el valor de cada bocado. Así que si quieres controlar tu apetito, ya sabes, toca comer despacio. Pero esto es una de esas cosas que lees, dices que lo pondrás en práctica y a los 5 minutos ya se te ha olvidado. ¿Verdad que sí? Pues eso fue lo que me pasó al principio… Pero después de usar la técnica del reloj jamás se me volvió a olvidar comer disfrutando de los alimentos y me quedé sorprendido de ver cómo perdía hasta 5 kilos mientras comía hasta estar satisfecho (y aviso: me considero una persona con un gran apetito).
¿Quién iba a pensar que algo tan sencillo podría ayudar a adelgazar? Y yo no soy especial. Tú también puedes conseguir estos resultados porque La técnica del reloj viene con las instrucciones muy claras.
Así que, no estás apunto de aprender la teoría de cómo adelgazar sin pasar hambre, vas a aprender exactamente cómo hacerlo. Paso a paso. ¡Vamos allá!
Los 3 pasos para usar la técnica del reloj y adelgazar sin pasar hambre
Esta es la razón por la esta estrategia funciona tan bien. ¿Alguna vez has sentido un subidón de motivación después leer como otra persona ha conseguido tu mismo objetivo? Entonces tú empiezas con tu propósito pero al cabo de unos días, sin darte cuenta, ya lo has abandonado, incluso se te ha olvidado. ¡Qué poco dura esa motivación inicial! Y no es tu culpa, todos estamos hechos así. Pero imagínate por un momento que pudieras elegir el propósito de comer despacio y mantenerlo. Imagina los beneficios que te aportaría. En serio, imagínalo… Ahí es donde entra la técnica del reloj para que nunca más se te olvide comer con tranquilidad.
Paso 1: Prepara tu recordatorio
La función de este paso es doble:
Recordarte a ti misma/o que tienes que usar esta estrategia en cualquier comida.
Un misterio que te contaré en el último paso.
Para ello podemos utilizar desde cosas muy sofisticadas hasta un simple post-it.
La más simple: usar un post-it. RECOMENDADA
Desde que descubrí lo útiles que pueden ser los post-it los utilizo para todo y, como no podía ser de otra forma, en esta estrategia también. Escoge el color que más te guste, agarra un rotulador o un bolígrafo y dibuja el mejor reloj que puedas. Ahora pega ese post-it en el sitio en el que comas todos los días: en el trabajo, en casa de tus amigos o en tu propia casa. Yo coloqué el mío mirándome fijamente desde la nevera.
Recordatorio con el móvil
Otra opción bastante sencilla es usar una alarma del móvil para que suene a la hora en la que solemos comer. ¡Pero asegúrate de tener batería!
Para los amantes de la tecnología
Como hablamos en este post existe una aplicación que puede funcionar como si fuera tu asistente virtual gratis. Puedes enviarte a ti misma/o mensajes al móvil gratis y lo puedes usar para enviar un SMS cada vez que vas a comer diciendo: Es hora de usar La técnica del reloj
Aquí tienes mi primer (y tímido) tutorial para usarla, por si te interesa.
A mi me encanta usar la más sencilla de todas porque además no depende de la hora en la que coma. La decisión es tuya.
Paso 2: Ponte 5 minutos más en el cronómetro
La gran mayoría de las personas usa para comer entre 10 y 15 minutos de su tiempo. No es de extrañar que no nos dé tiempo a escuchar al cuerpo decir: Ya no tengo más hambre.
¿Cuánto tardas tú en comer? Averígualo.
Tómatelo como un juego. Pero no hagas trampa comiendo más rápido o más despacio de lo normal. Simplemente pon un cronómetro en marcha y olvídate de él hasta que acabes de comer.
Puedes usar un cronómetro de los de toda la vida…
o el cronómetro que suele haber en todos los móviles. Si, por alguna razón tu smartphone no tuviera cronómetro, aquí tienes una aplicación gratuita que puedes descargarte.
Si te quedas sin batería en el smartphone y tu reloj deja de funcionar, no te preocupes. Puedes utilizar la aplicación para ordenador que tienes aquí. Por alternativas no será
Añade 5 minutos a tu marca personal.
¿Ya tienes tu marca personal? Pongamos que has tardado 15 minutos en dejar el plato vacío. A partir de ya, en todas las comidas vas a intentar que la comida te dure durante 5 minutos más que de costumbre. Es decir: 15 + 5 = 20 minutos de duración.
Lo siento por la matemática pero la idea es sencilla: vamos a alargar nuestras comidas 5 minutos más de lo que duran ahora mismo. Quizás te parezca poco… hablamos después de la próxima comida.
Si de verdad te resulta superfácil esta nueva marca añádele otros 5 minutos más.
Paso 3: Elige tu anti-recompensa
Vale, vale, vale. Te he seguido con todo este rollo de añadir 5 minutos más al cronómetro. ¡Pero eso no me va a motivar a comer más despacio! Tienes toda la razón. Y aquí es donde viene la parte que hace única a esta estrategia.
Una anti-recompensa es algo que realmente nos fastidia: levantarnos temprano, limpiar el baño, planchar…lo que sea. Es importante que elijas una que realmente odies. En mi caso, y en el de mucha gente, he descubierto que levantarse temprano funciona muy bien.
Siguiendo con el mismo ejemplo: nuestra nueva marca es de 20 minutos. Si comemos en más tiempo, ¡estupendo! Pero si comemos en menos tiempo, por ejemplo, en 15 minutos, entonces tendremos una anti-recompensa… una forma bonita de llamar a un castigo.
Tienes muchísimas opciones para este castigo. Un tutor de un curso que sigo es estadounidense y su anti-recompensa si no cumple con lo que se propone cada día es la siguiente:
Donar una cantidad de dinero a la campaña de Donald Trump y apoyarlo públicamente con un tweet.
Según sus propias palabras, no ha fallado a su propósito ni un sólo día.
Si tú también odias levantarte temprano haz lo mismo que yo: Los minutos que me han faltado para llegar a mi marca, 5 minutos en la comida, los apuntaré en el post-it de la nevera (aquel que usamos como recordatorio). Lo mismo haré a la hora de cenar. Pongamos que me sobraron 10 minutos en la cena. O sea que en total hoy tendría que haber estado comiendo durante 15 minutos más (5 min en la comida y 10 en la cena).
¡Me voy a acordar de esos 15 minutos de más cuando suene mi despertador! ¿Por qué? Porque en lugar de despertarme a las 8:30 de la mañana como es habitual en mí, me despertaré a las 8:15. Quito a mis horas de sueño esos 15 minutos que hay en el post-it. Créeme: se notan. Nunca más se te olvidará comer despacio si la anti-recompensa es suficientemente fuerte para ti.
¿Qué hacer mientras comemos?
Si sigues La técnica del reloj te vas a encontrar con mucho tiempo de sobra en las comidas.
¿Qué puedes hacer para rellenar todo ese tiempo? ¿Qué te parece perder peso?
Por el hecho de comer más despacio podrás notar cuando estás llena/o con más facilidad. Pero yo te recomiendo un par de cosas para disfrutar más de la comida y que puedes incluir en tu nueva forma de comer:
Utiliza todos tus sentidos para disfrutar de la comida como nunca antes: huele, mira, saborea lentamente y aprecia la textura de cada bocado.
Respira conscientemente. Date el lujo de masticar tranquilamente y después respirar disfrutando de cómo tu cuerpo ingiere todos los nutrientes que le das.
Habla: mantén una conversación con tus amigos, novio, novia, familia, etc. Pero cuando vuelvas a por otro bocado céntrate de nuevo en disfrutar de la comida.
Cuando comas, come.
Ahora te toca a ti. Espero que veas los grandes beneficios que tiene comer despacio y cómo puede ayudar esta estrategia.
Controla tu hambre en 5 minutos: Accede aquí a una lista gratuita con todos los pasos a seguir para dejar de pasar hambre con la técnica del reloj.