¿Has sentido que cuando entras en una sala en donde hay más personas, te encoges casi sin querer, de manera instintiva y piensas en qué pintas tu ahí?
Cuando has afrontado una entrevista de trabajo ¿ves al seleccionador como un gigante atemorizante y se te traban las palabras? ¿Tragas saliva antes de dar una opinión ante tu familia o amigos? ¿Te ves, a menudo, inferior a otros por tu imagen o presencia, por tus valores o creencias?
Si has contestado sí a alguna de estas preguntas, estás frente a una buena oportunidad para mejorar tu autoestima y ganar con ello bienestar y crecimiento personal.
Y ¿Cómo hacerlo? Casi nadie sufre de timidez o baja autoestima por placer, es una manera de defendernos ante el probable dolor de vernos restados, incluso rechazados, no aceptados socialmente.
En este artículo te proporcionamos siete claves para construir una autoestima sana que te permita acceder a tu esencia y celebrarla. Con ello a transmitir a los demás la confianza y seguridad que ya sentiremos dentro.
Clave 1: ACÉPTATE
Frecuentemente, nos ajustamos a los baremos y normas de los demás, incluso de una entera sociedad, con la finalidad de sentirnos parte de ella Para ello, empezamos a rechazar lo que somos por lo que querríamos ser. Iniciamos por cuestionar nuestro aspecto físico, por menospreciar nuestro mundo emocional. Queremos cambiar para amoldarnos a lo que se lleva, a lo que otros consideran “normal”, correcto y aceptable. Está bien esforzarnos por dar una buena imagen y tener una presencia agradable a modo de presentación. Vivimos en sociedad y somos por definición “animales” sociales. Es genial tener don de gentes, brillar en las reuniones, ser modelado por otros. Hay algo a tener en cuenta que resulta fundamental: ¿Estás renunciando a tu esencia como ser humano único para conseguir esto? Reflexiona sobre este tipo de inclusión, que es formidable cuando es a consecuencia de una profunda aceptación de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, de tus peculiaridades y circunstancias. Cuando tu “sello” no se borra para adquirir el de otros. Más bien cuando eres fuerte y libre para presentarte tal y como eres. Brilla con tu propia Luz, está contigo y solo tienes que dejarla salir.
Podemos empezar a hacer un autoanálisis veraz de cómo andamos en esto, haciendo un ejercicio con una lista de lo que rechazamos de nosotros mismos. Una vez Identificado, podremos trabajar con mejor enfoque sobre ello.
Clave 2: NO TE COMPARES
¿Quién no se ha comparado alguna vez con sus amigos, compañeros, parientes, ídolos, personajes públicos? Es consustancial a ser humanos y a veces nos hace ser mejores como incentivo y motivación para lograr determinados objetivos.
Lo que ya no es tan ecológico es hacerlo de manera recurrente, modelando tu auténtico Ser para estar en completa sincronía con lo que observas fuera Compararse con otros de manera constante es un mal vehículo para el crecimiento. Hace que te olvides de que eres especial, irrepetible, único.
Otro ejercicio que sugerimos: escribe lo que te hace diferente, ya sean cualidades o defectos, incluso rarezas. Te ayudará a entender que puedes parecerte a otros, pero NO eres otro. Siempre existirá una diversidad que te hace diferente. ÚNICO.
Clave 3: APRUEBATE!
Buscar siempre aprobación fuera de nosotros mismos no es la mejor manera de obtener autoestima sana. Que no podemos gustar a todos es un hecho incontestable. Si fuésemos semiperfectos, quizás gustaríamos a un alto porcentaje, pero seguro que no a todos. Luchar por tener la aprobación externa es vivir la vida de otros no la tuya. Y un esfuerzo estéril. Pregúntate a menudo: ¿Quién es el protagonista de la película de mi vida? Validarse a uno mismo desde el amor y la no comparación constante con otros contribuirá notablemente a obtener autoaceptación como medida imprescindible para vivir en armonía y bienestar.
Clave 4: ENCUENTRA UN TIEMPO SOLO PARA TÍ
Aprendamos a escoger momentos o franjas horarias del día para dedicarlos a nosotros mismos. Solemos atender en lo cotidiano a otros: al trabajo, a la familia, a los deberes necesarios para la supervivencia. Esencial, en medio de este variado terreno de actividades, fijarnos una prioridad que sea la de dedicarnos tiempo y cuidado. Puede ser leer un libro que nos seduce, hacer algo de ejercicio, un baño reconfortante, una meditación con gestión de tu respiración, ver una serie que te encanta, escuchar la música que te apetece, cantar a grito pelado, estar solo, dejando fluir tus pensamientos. La clave aquí es aprender a darse bondad con visualizaciones de estar bien, sano, fuerte, feliz. Encuentra tu momento y actividad solo para ti, no dejes que nada interfiera. Son mejor 15 minutos al día que nada.
Clave 5: APRENDE A PERDONARTE
En muchas ocasiones somos nuestros jueces más duros. Volvemos al pasado una y otra vez para fustigarnos por aquello que no hicimos bien, por lo que dejamos pasar o para arrepentirnos de haber dado tal o cual paso
Saber que equivocarnos forma parte y es necesario en la “escalera” del aprendizaje nos dará la posibilidad de querernos mejor. Se trata de conocer el alto poder del perdón a uno mismo. Recordar que somos humanos y estar constantemente aprendiendo a partir de pruebas/errores, reconocer que no somos perfectos. El conocimiento de uno mismo sigue un proceso en el que peldaño a peldaño se actúa a partir de un enfoque y un significado acorde a nuestras necesidades. Un vehículo “autorizado” y sanísimo sería hacernos autocríticas constructivas, no salvajes e hirientes. Autorizarnos a nosotros mismos a errar y volver a hacerlo mejor. Mirarnos con la comprensión que estaríamos dispuestos a dar a otros.
Aquí proponemos que te hagas una “carta de Amor” a ti mismo. Escribe y enumera lo que te parece que es mejor en ti, hazlo como si la escribieras para alguien que amas mucho, es decir, con las letras que te salen del corazón. Dejando fuera normas y reglas, escuchando solo lo que en lo más profundo sientes que eres.
Clave 6: ESCÚCHATE A TI MISMO
Todos tenemos un diálogo interior que nos va diciendo qué, cómo, hacia donde, por que sí o no Presta atención consciente a esa voz que te aporta tan valiosa información. Está contrastado que un diálogo de apreciación, de ánimo e incluso de compasión bondadosa nos hará más fuertes ante nosotros mismos. No se trata de sentirnos víctimas ni “lamerse las heridas” indefinidamente como estado permanente. Más bien se trata de cuidar el lenguaje que usamos para nosotros mismos tal y como lo hacemos en sociedad. Cuidamos y elegimos las palabras que usamos con los demás, procuremos hacer lo mismo con nosotros mismos. No más “qué inútil soy”, “siempre igual, soy un desastre”, “cuándo aprenderé a no ser tan tonto” etc. Cámbialas por frases más edificantes, de comprensión, de bondad, de perdón. Utiliza mantras de crecimiento para ti mismo: que yo pueda ser feliz, que pueda estar sano, ser alegre, tener una vida magnífica, disfrutar del camino.
Ponte una alarma un minuto al día y detente a observar el diálogo que tienes en ese momento contigo mismo. Si es necesario, cámbialo. Háblate con Amor, con afecto, con infinita bondad. Destierra los insultos. Mírate con los ojos con que mirarías a un hermoso bebé que te inspira ternura.
Clave 7: ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TU VIDA
No podemos salvar la vida de otros de manera integral. Sí podemos ser responsables de la nuestra, asumiendo lo que somos y hacemos. Mejorando, cambiando, saliendo de zonas cómodas en las que nos paralizamos. Pregúntate: ¿Qué quiero y puedo hacer hoy? Equivócate, sé responsable de tus errores y asume las consecuencias. Planea a corto plazo, diseña ese plan por escrito, si eso te ayuda y cumple con todas esas metas para lograr la rotunda satisfacción derivada de lo bien hecho. Trabaja cada día para convertirte en una versión mejorada de ti mismo.
Escribe tres acciones en que podrías mejorar y alimentar tu automotivación. Sé creativo, no recurras a lo de siempre. Levántate y camina con la plena consciencia de tus capacidades, tu importancia, tu valor y conviértelo en tu motor. Elabora nuevas creencias sobre quien eres y lo que contribuyes. Hazte imprescindible para ti mismo.
Cuando te mires al espejo, expresa el amor que sientes por ti. Dilo con las tres palabras mágicas: TE QUIERO Y TU NOMBRE.
Aquí también te queremos y por eso hemos escrito este artículo para ti.
Si quieres profundizar o iniciar un proceso de Coaching para mejorar tu autoestima, aumentar tu seguridad y bienestar, y lograr los objetivos que deseas para tu vida, estamos a tu disposición.
info@imagenycoaching.com
Elena Sánchez