La cosa es que hay un día en semana que entro algo más tarde y si me pego un buen madrugón, me da tiempo de entrenar y ducharme antes de llegar. Así que esos días tomo algo en el coche de camino, a ser posible líquido, para mayor comodidad, y ya que los famosos “smoothies” no me sacian absolutamente nada, decidí sacar la batidora y hacerme un batido bien repleto de nutrientes y más espeso para que durase más tiempo en el estómago. Además yo soy muy de batidora, y adicta a batidos y purés bien espesos, para mí es la pieza clave de una cocina. Sin más os dejo el último invento.
Ingredientes:
-30 gramos de espinaca fresca.
-1 zanahoria mediana (100 gramos).
-1 tomate pequeño (alrededor de 75 gramos).
-100 ml de leche, yogur líquido, o lácteo para beber. (También sirve cualquier otra bebida sustitutiva de soja, arroz, almendras, etc.) Si es desnatado, mejor que mejor.
-200 ml de agua (en realidad es al gusto, solo para que la textura no sea muy espesa).
-15 gramos de muesli con frutas.
-½ cucharada de canela.
-1/2 ración diaria de magnesio en polvo (si lo tomáis).
-1/2 ración diaria de proteínas en polvo (si las tomáis).
-1 pizca de sal.
-1 cucharada de miel.
Procedimiento: simplemente mezclar todo en la batidora.
Eso sí, hay que batir bien si os gusta la textura uniforme. Tened en cuenta que el muesli es muy seco, y la espinaca y la zanahoria muy fibrosas, así que si no os agradan los grumillos tendréis que batir un poco más.
Otra opción es usar una licuadora, pero personalmente no soy partidaria ya que se pierden los beneficios de la fibra, que estando bien molida será cómoda de tomar y no pondrá el estómago pesado.
Con respecto a los suplementos de proteínas y magnesio, yo los tomo en temporadas críticas, cuando estoy preparando una carrera dura, o como ahora que estoy recuperando una lesión muscular. Si no soléis consumirlos, no los necesitáis, ya que con una alimentación equilibrada está el cuerpo bien servido de nutrientes.
Ya veis que el color de la espinaca es muy predominante.
Podéis hacerlo combinando distintas frutas y verduras, aunque yo recomiendo siempre añadir algo de hidratos lentos (cereales, galletas, incluso pan al estilo de un salmorejo) y alguna bebida láctea para añadir proteínas.
Sí debo avisaros de que si no os gusta la mezcla de sabores dulces y salados, tal vez mejor sustituyáis la canela por otra especia. Aún así, dejad la miel, ya que es un hidrato rápido que ayuda mucho a renovar la energía, y también la musculatura.
A mí me salió superdulce, porque le añadí yogur líquido de fresa en lugar de leche, y los suplementos que tomo saben a chocolate y limón.
En sí, la bebida es muy completa, ya que tenemos hidratos de carbono lentos y rápidos, proteínas, minerales y vitaminas. Con estas cantidades salen unos 400ml, tal vez algo más dependiendo de la textura que busquéis. Ideal para dos tomas del tamaño de un vaso de agua. Guardándolo en la nevera en una botella bien cerrada no perderéis nutrientes.
Además, otro beneficio es que es muy ligero, y perfectamente recomendable para después de un entrenamiento, sin recurrir al exceso de azúcares de las barritas o las bebidas isotónicas. Los 400 ml rondan solamente las 250 kcal, así que si tomamos un vaso después de entrenar tendremos un tentempié completo por menos de 125. Otro aspecto importante, es que tendemos a sobrecompensar el entrenamiento, y aunque debemos nutrirnos después, solemos hacerlo en demasía, así que mejor algo completo y que no sea muy copioso.
A mí no solo me sentó genial con la sed que llegué, también noté el chute de energía al momento, parecía que había tomado cafeína porque estaba con la batería recién recargada. Vamos que llegué al trabajo dando botes. Por eso no solo lo recomiendo para hacer deporte, si no para cualquier día o época en la que el cuerpo está más decaído.
Ya me comentáis si lo probáis o si soléis haceros en casa alguna receta casera para reponer fuerzas. A seguir creando.