Autoconocimiento y la obsesión por uno mismo en un mundo de materialismo espiritual o autoconocimiento sin obsesión para SER, HACER, ESTAR y TENER en el nuevo mundo.
El domingo 13 de marzo de 2016, aparecía en el EPS del diario El País, un artículo firmado por Xavier Guix titulado La obsesión por uno mismo en el que hablaba de como viviendo en una sociedad entregada al materialismo espiritual, es importante conocer nuestro interior, pero sabiendo echar el freno a tanta cuestión trascendental.
Y es que este periodo que estamos atravesando y que no es una era de cambios sino un profundo cambio de era, al hablar de autoconocimiento y desarrollo espiritual, el ser humano se encuentra en un momento perdido porque este cambio de era, también significa un profundo cambio de valores y de formas de habitar el mundo.
Todo está cambiando y todo seguirá cambiando. De esa forma, los paradigmas sobre los que veníamos sosteniendo nuestra, hasta ahora, tradicional y habitual forma de vida, ya no es útil.
El ser humano atraviesa un profundo proceso de necesidad de transformación atravesando un camino desde el materialismo al espiritualismo sintiendo la necesidad de un profundo autoconocimiento.
Hay un nuevo despertar de la conciencia y una vuelta al autoconocimiento como si viniendo del exacerbado materialismo y consumismo, el ser humano buscase la felicidad en ese autoconocimiento que ha de llevarlo por nuevos caminos.
El problema en este caso, ya no es sólo que ese materialismo espiritual del que habla el autor del artículo produzca nuevas formas de consumismo y mercantilización de todo lo que tiene que ver con el desarrollo personal y espiritual, sino que el individuo, al igual que se apegó al materialismo y al consumismo de forma exacerbada y radical, también lo haga al autoconocimiento y esa nueva religión produzca uan nueva forma de infelicidad e insatisfacción.
En este proceso de cambio de era que estamos viviendo, en el ámbito del autoconocimiento, la autoayuda y el desarrollo personal, estamos entrando en una nueva era de la psicología que es el espacio de lo transpersonal y como en anteriores periodos de la historia de la psicología, ni todo vale ni todo es útil.
Como dice Xavier, pasarse el día pendientes de todo lo que sentimos o pensamos, tiene un impacto en el cuerpo y conlleva algunas dificultades entre las que destaca la obsesión, la confusión, la disociación de la realidad, las dificultades de convivencia y la posesión.
Es evidente que cualquier proceso de radicalización en ese encuentro del autoconocimiento y el desarrollo personal y el despertar de la conciencia puede ser peligroso, pero tomado en su justa medida, se trata de aprovechar nuevas técnicas para el encuentro de una nueva forma de SER, ESTAR, HACER y TENER en esta nueva era.
Como señala Guix, al fin y al cabo, la técnica debe venir acompañada de una ética y una estética del vivir
Y es que en todo lo que tiene que ver con el autoconocimiento, la espiritualidad, el desarrollo personal y el despertar de la conciencia, el equilibrio es básico para un buen trabajo que sea provechoso no sólo para nosotros, sino para quienes nos rodean.
Desde Plenacción como consultoría para el desarrollo personal y profesional basado en mindfulness o atención plena, no busco, ni mucho menos, el radicalismo en el ámbito del autoconocimiento, sino el encuentro equilibrado entre la razón y el espíritu para que ese encuentro con uno mismo o misma no se convierta en un nuevo egocentrismo espiritual, sino la toma de conciencia de que no somos interdependientes sino que vivimos en permanente equilibrio con el mundo que nos ha tocado vivir.
Lo contrario, el pensar que sólo desde el aislamiento y la profundización en el autoconocimiento a través de la simple mirada hacia nuestro interior aislándonos del entorno en el que habitamos, nos va a dar la felicidad, es un inmenso error que se termina pagando caro.
Autoconocimiento sí, trabajo personal para nuestro propio desarrollo como seres humanos, también, pero todo en el justo equilibrio que evite que pasemos de una era de materialismo y consumismo como base de la felicidad, a una nueva era de egocentrismo individualista del autoconocimiento
Huye de quien te promete que puedes ser feliz a todas horas o de quien te entrega la serenidad eterna o asegura que es posible dejar la mente en blanco y ser independiente.
Atrévete a encontrar el sano equilibrio de estar vivo o viva habitando el instante presente sabiendo encontrar que lo extraordinario está en lo cotidiano y que en la vida hay subidas y bajadas, llanos y montañas, dolor y felicidad y que el cambio de paradigma es llegar a entender que lo importante es saber elegir la tabla de surf sobre la que aprender a sortear las olas del día a día desde el autoconocimiento pero de la mano de quienes te rodean.
Entre el nacimiento y la muerte hay una aventura en la que puedes y debes ser el director o directora de tu propia película, sabiendo que estas rodeado o rodeada de otros actores y actrices que también son directores y directoras de su propia realidad y que todas y todos buscan lo mismo que tú; llegar a la orilla con la satisfacción de haber sentido cada uno de los instantes presentes que la vida nos regala.
Autoconocimiento, desarrollo personal y espiritual y despertar de la conciencia de la mano del mundo al que perteneces. Lo demás son modas y pantomimas que terminan pasando y dejándote, otra vez, tan vacío como quien piensa que la felicidad es salir del concesionario con el último modelo de coche.
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