Adelgazar es posible y también por medio de formatos que nos ayuden a tener un cuerpo saludable, positivo y con el que disfrutemos no solo en la fase de adelgazamiento sino también cuando tengamos que estabilizar nuestro sistema y mantener el peso conseguido. Seguramente hayas probado mil dietas y ninguna te haya servido, las hayas abandonado con la frustración que ello implica por haber intentando algo con mucho esfuerzo y sin éxito, no haber adelgazado, haber perdido tiempo y energía y encima, no conseguir encontrar la manera de hacerlo bien. Sabemos que esto es así pero hoy te descubrimos que adelgazar es posible y te damos 3 claves impresionantes para que además, se convierta en un placer.
Adelgazar sin sentido de sacrificio
Si dejamos nuestra adicción a ciertos alimentos con sentido de sacrificio y nada más dejarlo empezamos a echarlo de menos esto produce estrés y ansiedad.
Mi objetivo durante las sesiones de coaching, es que la persona deje de comer compulsivamente o de manera inadecuada sin sentido de sacrificio y tenga herramientas para que cuando se encuentre en cualquier situación que antes le incitaba a comer de manera inadecuada, puede sentirse a gusto y relajada, empleando el momento para alegrarse de su libertad, y tomar decisiones que le lleven a aumentar su bienestar, a cuidarse y de esta manera conseguir el objetivo propuesto.
Durante mucho tiempo por no decir siempre, has pensado que la mejor solución es eliminar ciertos alimentos que además suelen ser los que más te gustan, de tu alimentación. Privar a tu cuerpo (físico y mental) de determinados ingredientes pareció ser la mejor solución pero… no lo es. Lo más importante siempre, es sentirte bien con tu propio cuerpo y experimentar paz con los alimentos que consumes. Acepta tu cuerpo en el momento en el que se encuentra ahora mismo, reconciliarte con él será de gran ayuda para poder hacer cambios y modificaciones y también, hazlo con los alimentos que ingieres. Identifica lo que te hace sentir bien y lo que no lo hace tanto. Siéntete bien contigo misma y no renuncies a tus deseos de verte bien. Busca un plan de alimentación saludable y placentero que se adecúe a lo que puedes cumplir, a lo que te apetece vivir, que además te haga sonreír, sea divertido y deje salir esa mujer muy femenina y sensual que llevas dentro.
El gran secreto de la pérdida de peso de forma placentera empieza y termina, justamente, experimentando ese placer
Por esto, si de verdad estás agotada de tanta dieta sin éxito, de destrozar tu cuerpo con ejercicio que realmente no te aportan todo lo que necesitas y te castigan más que te ayudan, es el momento de que pongas en práctica estas 3 claves para poder perder peso sin que te lleve la vida y te conviertas en una persona delgada pero triste. Si el sufrimiento y el sacrificio no te han funcionado, es hora de abrirle la puerta al placer.
Clave 1: Seguir un plan que te ayude a cambiar hábitos
¿Crees que las dietas funcionan? Supongo que si estás leyendo esto es porque has pasado por varias dietas y has perdido peso que luego has recuperado con propina. Seguro que te habrás dado cuenta que seguir una dieta restrictiva genera ansía por comer todo aquello que te han prohibido. Por lo tanto el primer paso es liberarte de las dietas y aprender a modificar tus hábitos hacia un estilo de vida saludable y placentero que te lleven de manera automática donde quieres ir.
Toma tu tiempo para elegir el programa más adecuado. Encuentra aquel que se acerque a tus necesidades y no lo hagas jamás por desesperación, a la carrera o sin tiempo para dedicarte a ti misma. No es cuestión de ponerte a leer métodos cuando estás agobiada o cansada en el trabajo y necesitas distraerte. Encuentra un momento y un lugar tranquilos que te ayuden a decidir de manera serena que es lo mejor para ti.
Clave 2: Manejar el hambre emocional
Si has detectado que picas demasiado, que tienes la necesidad de comer demasiada comida y/o que te apetecen demasiados alimentos de capricho como dulces o cargados de hidratos que te cuesta parar de comer, esto tiene todos los números de ser hambre emocional.
Una de las claves más importantes para aprender a manejar este tipo de hambre es darnos cuenta que con comida nunca vamos a solucionar este problema, sino al contrario, cada vez enmascaramos más el origen de nuestra insatisfacción mientras nuestro cuerpo almacena grasa y frustración, rabia, impotencia, y otras emociones incómodas que no sabemos como afrontar.
Afrontar esas emociones inadecuadas significa aceptarlas, permitirnos sentirlas, integrar lo que sea necesario, y soltarlas. Las emociones fluyen, si las estancamos se generan bloqueos que nos dificultan nuestra existencia.
Comer compulsivamente genera un mínimo placer y mucho sufrimiento. Afrontar situaciones y emociones te ayuda a sentirte poderosa, radiante y eso genera satisfacción y placer, un placer que no tiene que ver con comida, sino con experimentar el regalo de la Vida que fluye a través nuestro,
Clave 3: Aceptación
Cuando paso a paso, vamos aceptamos nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestro cuerpo,… vamos convirtiéndonos en seres más completos. Las habitaciones de nuestro Ser que antes habíamos tapiado por miedo a lo que fuese, ahora suman y nos hacen sentir que hemos recuperado una parte nuestra, nos sentimos más “enteros”, y eso facilita nuestra experiencia de Vida.
Las habitaciones de nuestro Ser que antes habíamos tapiado por miedo a lo que fuese, ahora suman y nos hacen sentir que hemos recuperado una parte nuestra, nos sentimos más “enteros”, y eso facilita nuestra experiencia de Vida.
Aceptar todo en la vida es una muy buena clave para dejar de sufrir. Si, adelgazar es un proceso que conlleva un esfuerzo así que, cuanto antes dejes de luchar contra ello de forma que sea un suplicio, mejor para ti. Intenta no repetir constantemente las palabras que te hacen daño y te mortifican como perder peso, adelgazar, gorda… no te benefician. Incorpora un vocabulario saludable también sobre ti y tu proceso. Seguro que poco a poco te sentirás mejor y habrás añadido a tu rutina una muy buena forma de comer saludable y placentera.
Gracias por leerme,
Fuente: este post proviene de Mentxu da Vinci, donde puedes consultar el contenido original.
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