Si a esa elevada carga de trabajo le agregamos, el estilo de vida moderno repleto de contaminación, tanto en el medio ambiente, en los aditivos alimentarios y sometidos a niveles excesivos de estrés, la labor del hígado aumenta todavía muchísimo más.
Entonces, no es de sorprender que el hígado pueda funcionar de forma ineficiente, de tal forma que es un factor en muchas condiciones de salud.
Entre ellas: Alergias, artritis, asma, mal aliento, síndrome de fatiga crónica, antojos de dulces, depresión, enfermedades ambientales y/o múltiples sensibilidades químicas, fatiga, fibromialgia, dolores de cabeza y migrañas, hepatitis, hipertensión arterial, altos niveles de colesterol, hipoglucemia, desequilibrios hormonales, trastornos del sistema inmunitario, síndrome de intestino irritable, sobrepeso y/u obesidad, mala digestión, náuseas y/o vómitos, hasta colitis ulcerosa.
Por supuesto, hay otros factores involucrados en estas condiciones así que es importante consultar al médico si sufres alguna de ellas.
Tal vez la propiedad más impresionante del hígado es su capacidad para regenerarse.
Si consumes los nutrientes críticos, una dieta saludable de alimentos naturales, así como hierbas para restaurar su funcionamiento óptimo, el hígado puede restaurar la salud en la mayoría de los casos.
Fortalecer el hígado es una de las maneras de potenciar la energía, el balance del metabolismo y fortalecer la salud en general.
La siguiente es una lista con distintas maneras para dar un impulso al hígado.
Formas de fortalecer el hígado
El hígado requiere grandes cantidades de vitaminas y minerales para realizar sus múltiples funciones.
La dieta debe ser rica tanto en frutas y verduras como en fibra.
El hígado debe filtrar aditivos alimentarios: Eliminar los alimentos procesados, los aditivos alimenticios artificiales, los colores y conservantes de la dieta permiten fortalecer el hígado.
Comer zanahorias y remolachas frescas: Son ideales para limpiar el hígado.
Además, incluir muchos alimentos verdes, permite obtener la preciada clorofila.
La clorofila, que da a las plantas su color verde, ayuda a limpiar el hígado.
Trata de comer dos cucharadas colmadas de semillas de lino.
Contribuyen a reducir el exceso de hormonas, como xenoestrógenos sintéticos de los plásticos y otros productos químicos, del torrente sanguíneo.
Una de las 500 funciones que cumple el hígado es filtrar el exceso de hormonas. Consumir semillas de lino y aceite de lino puede ayudar a que funcione de forma más eficaz.
Hay muchas hierbas que ayudan a fortalecer el hígado, entre ellas: Cardo mariano, diente de León, alcachofa, cúrcuma, olmo resbaladizo, celidonia, agracejo, hierba de raíz negra o cinco en rama, boldo, verbena y muchas más.
Trata de usar de forma regular cualquiera de ellas, especialmente el cardo de leche o cardo mariano y cúrcuma para ayudar a fortalecer el hígado.
Sin embargo, en casos de embarazo, o de condiciones de salud grave o estás tomando medicamentos, consulta con un médico antes de usar cualquier hierba o especia.
Reducir de forma significativa el azúcar refinada y evitar edulcorantes sintéticos en general.
Vitamina C: Trata de consumir alimentos ricos en dicha vitamina a diario.
Ajo, cebolla y brócoli: Estos alimentos contienen azufre, esencial para aumentar la actividad de la enzima que facilita la limpieza, por ende fortalecer el hígado.
Sin los adecuados niveles de sulfuro, la desintoxicación del hígado no se puede lograr, de ahí que toxinas peligrosas se queden en el cuerpo.
Evita comer comidas copiosas: En cambio, comer comidas pequeñas hacen que la digestión sea más fácil.
Come verduras al vapor, ensalada cruda verdes, frutas crudas y verduras amargas. Los vegetales verdes y amargos, sobre todo, ayudan a limpiar el hígado.
Come frutos secos enteros, crudos, sin sal y semillas por sus ácidos grasos esenciales, así como por la valiosa proteína que contienen.
Evite comer alimentos pesados, grasos, puesto que sólo crean más trabajo para el hígado. Evita la margarina, manteca o aceites vegetales extraídos mediante disolvente químicos o cualquier alimento hecho con ellos
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Evite comer por lo menos tres horas antes de acostarte para permitir el tiempo adecuado del hígado para que pueda llevar a cabo durante la noche sus múltiples funciones, sin impedimentos por otros procesos corporales como la digestión.
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